
Mire hacia arriba y no vi a ningún gigante, la luna estaba ahí como en una fotografía no impresa proyectada en esta pantalla, la pude sujetar como pelota de cal, frágil quebradiza desmoronándose
Y observe... Ahí estaban todos. Cómplices de este caldo cósmico si queriendo ignorarlo involuntariamente. Si, tu eres el gigante sosteniendo soles y soplando galaxias, torbellinos fríos separando constelaciones, hoyos negros como arterías produciendo anticuerpos como glóbulos de todo el espectro de luz colores contenidos de todos los elementos
1 comentario:
Enarbolo el canto del día,
como nocturno susurro,
se vuelve patente al entrar
la mañana:
Qué bonito Gigante
lo sopla.
Publicar un comentario